El periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi, fue asesinado después de que los criados del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, interceptaran sus mensajes de WhatsApp. El asistente del activista Khashoggi, Omar Abdulaziz, alegó esto y compartió conversaciones privadas entre él, el periodista asesinado, con CNN..
Abdulaziz y Khashoggi fueron alertados de ser rastreados por el gobierno saudí en agosto de 2018. En ese momento, Khashoggi estaba envuelto por un “sensación de aprensión“, Señala CNN. La duo estaba planeando unificar un ejército en línea llamadas "abejas cibernéticas" para informar a la juventud saudita sobre las atrocidades provocadas por el régimen.
Los dos decidieron enviar tarjetas SIM internacionales a opositores del régimen real para que puedan usar Twitter sin caer bajo el hacha de la censura. "Twitter es la única herramienta que utilizan para luchar y difundir sus rumores. Nos atacaron, nos insultaron, nos amenazaron tantas veces y decidimos hacer algo.,"Abdulaziz le dijo a CNN.
También planeaban enviar algo de dinero ($ 30,000 inicialmente) de regreso a casa a los manifestantes en línea. Estos dos actos podrían ser vistos como acciones hostiles por parte del gobierno, y supuestamente lo alarmaron para tomar medidas contra los dos defensores de los derechos humanos exiliados. En junio de 2018, el par acumuló $ 5,000, pero en agosto, recibieron una advertencia de que el El gobierno saudí estaba vigilando de cerca en sus pasos.
Tomando nota de esto, Khashoggi advirtió a Abdulaziz que no hablara de las "abejas cibernéticas" en las redes sociales. Este último afirma que después del asesinato del primero, se enteró de que su teléfono estaba pirateado por un "Grado militar"Software de espionaje fabricado por la empresa Isreali NSO Groups. Abdulaziz presentó una demanda contra NSO en la capital israelí de Tel Aviv, sugiriendo que la empresa “violó las leyes internacionales"Y vendió su software a"regímenes opresivos“, A pesar de saber que esto podría utilizarse para infringir los derechos humanos.
Las conversaciones entre Khashoggi y Abdulaziz contarían como traición en Arabia Saudita y podrían haber desencadenado acciones en su contra. El activista también relata que en mayo de 2017 conoció a dos personas de su país que decían ser funcionarios gubernamentales de alto rango y traían un mensaje directo nada menos que del Príncipe Heredero. Según estos funcionarios, a bin Salman le gustó el trabajo de Abdulaziz y quiso ofrecerle un trabajo..
Le pidieron que se reuniera en la embajada saudí, pero no siguió el consejo de Khashoggi, que aparentemente le salvó la vida. Sin embargo, Khashoggi no cumplió con su propio consejo y fue al consulado de Arabia Saudita en Estambul, Turquía, que es donde fue visto con vida por última vez..
Estas afirmaciones apuntan a que, a pesar de la negación, el gobierno de Arabia Saudita podría estar involucrado o ser totalmente responsable del periodista exiliado.